
El escritorio virtual a través de soluciones VDI y DaaS es actualmente una de las mejores maneras para afrontar el teletrabajo. ¿Cuáles son sus diferencias y características? ¿Están pensadas como una solución para cualquier empresa? ¿Existen alternativas? En estos momentos, las empresas están optando por múltiples soluciones de movilidad que permitan acceder al entorno de trabajo desde cualquier lugar. Dentro de estas tecnologías están las soluciones de escritorio virtual (VDI) que permiten teletrabajar y acceder a los datos de la empresa independientemente de la ubicación geográfica o el tipo de dispositivo. Generalmente las organizaciones que exploran soluciones de escritorio remoto están entre dos posibles opciones: VDI (Virtual Desktop Infraestructure) o DaaS (Desktop as a Service). Ambos, en un principio, tienen una función parecida, aunque hay diferencias técnicas que es importante resaltar. Para poder entender las diferencias, quizás lo primero que haya que hacer es definir cada una de las soluciones:
Aunque a nivel de servicio ambas opciones cubren prácticamente las mismas necesidades, a nivel técnico, financiero y de gestión existen algunas diferencias entre ambas.
La principal diferencia la establece la infraestructura y su gestión. Mientras que con las soluciones DaaS los departamentos de IT no tienen que preocuparse por administrar y mantener la infraestructura (todo esto lo gestiona el proveedor de servicios), en soluciones VDI la gestión de la infraestructura la lleva a cabo el departamento de IT de la empresa que está implementando la solución de escritorio virtual.
Esta diferencia técnica, puede condicionar todo el planteamiento a nivel operativo y financiero. Me explico:
Por un lado, la elección de una solución u otra depende muchas veces de si se dispone de personal con la capacidad técnica y el tiempo necesario para implementar y mantener un servicio como el descrito.
Por otro, la empresa debe reflexionar sobre la forma de financiación y el coste del servicio poniendo sobre la balanza las diferentes variables. Mientras el uso de tecnología de virtualización de escritorio (VDI) necesita de infraestructura, conocimiento y tiempo de personal de IT cualificado (con el coste que eso conlleva), la opción de escritorio como servicio (DaaS) le permite a algunas compañías reducir los gastos asociados a la infraestructura y su mantenimiento a cambio de una cuota mensual.
Aunque ninguna opción es excluyente, las soluciones DaaS suelen estar más enfocadas en pequeñas empresas (PYMES) que requieren servicios de IT de calidad pero carecen de la capacidad y el músculo financiero para contratar a un administrador de sistemas a tiempo completo. Startups, negocios con alta estacionalidad, o firmas con un gran número de usuarios remotos suelen optar también por soluciones DaaS ya que esta solución les permite ampliar o disminuir recursos en función de las necesidades del momento.
Las soluciones de VDI, por otro lado, encajan mejor en empresas grandes que cuentan con un departamento de IT amplio con gente especializada o compañías con entornos altamente sensibles que valoran mucho el control sobre el hardware, el software y sus datos.
Las soluciones VDI o DaaS están pensadas para trabajar siempre sobre un entorno remoto (escritorio virtual) olvidandonos del equipo local, esto tiene implicaciones técnicas (necesidad de una máquina virtual para cada escritorio) y consecuentemente económicas, haciendo que estos entornos sean poco asequibles para pequeñas y medianas empresas. Por otro lado, la realidad es que la Pyme española generalmente busca otra cosa, un entorno híbrido que combina el trabajo en local (en su equipo) a la vez que accede a uno o varios aplicativos de forma remota (con una buena integración). De ahí nacen soluciones como Escritorio Remoto de Jotelulu o Citrix Virtual Apps and Desktops, alternativas a entornos VDI o DaaS que permiten acceder a aplicaciones desde cualquier lugar y dispositivo con una menor necesidad de recursos (los distintos usuarios comparte una misma máquina virtual) y por lo tanto a un precio más asequible.
Como se puede ver, ninguna opción es mejor o peor, simplemente depende de las características y circunstancias de cada empresa. Todas las opciones deben tenerse en mente, al final, lo suyo es estar bien informado, valorar todas las posibilidades y determinar cual es la situación de cada compañía y sus prioridades de manera que el responsable de IT pueda tomar la mejor decisión.