Durante la pasada edición de Ignite 2021, el mayor evento de novedades de Microsoft, celebrado el pasado mes de noviembre, el gigante de Redmond anunció el lanzamiento de Microsoft SQL Server 2022, la nueva versión de su Sistema de Gestión de Base de Datos, que prometía traer grandes novedades y avances a este segmento de los servicios de datos.
Dicha versión fue liberada el día 2 de noviembre de 2021 y anunciada en la misma fecha a través del blog del grupo de producto, aunque hay que decir que aún no está disponible para el público en general, sino que está disponible en un programa de adopción temprana en el que uno se puede inscribir aquí.
Siempre que nos encontramos con un anuncio de este tipo, a mí, personalmente me recorren dos sensaciones, una positiva y otra negativa. La positiva, con una gran carga de positividad de todas las nuevas funcionalidades, mejoras, actualizaciones, etc. Y la negativa que me hace pensar en otros lanzamientos, como el de System Center 2016, que se lanzó cuando aún era un producto no tan pulido como debería y que nos trajo más de un quebradero de cabeza a aquellos que lo pusimos en producción demasiado pronto.
Hay otra razón por la que me estremezco al pensar en los nuevos productos, y es por el volumen de cambios que tendremos que realizar en nuestras infraestructuras aquellos que queramos manteneros actualizados, ya que nos espera un trabajo colosal por delante, pero es un precio que hay que pagar para tener una plataforma actualizada, lo más estable posible y segura.
La verdad es que ha llovido mucho en estos 6 años que separan un lanzamiento del otro, y tal como he manifestado en otros artículos en los que he hablado de novedades de producto, como, por ejemplo, en el de Windows Server 2022, Microsoft ha mejorado mucho su forma de lanzar los productos y sobre todo los procesos previos de testeo y optimización, por lo que me hace ser más que optimista en lo que respecta a este nuevo lanzamiento.
Microsoft nos asegura que esta es una versión de SQL Server con una notable optimización del rendimiento de los sistemas, con una gran innovación en materia de seguridad y lo que llaman el “Azure-enabled”, que lo traduciremos libremente como una versión optimizada para su integración con Azure.
¿Dónde lo podremos instalar?
Esta versión promete seguir la senda de su predecesor, así que podrá desplegarse sobre Windows (no podía ser de otra manera), sobre algunas distribuciones de GNU/Linux y sobre contenedores, amén de las plataformas cloud habituales.
¿Qué trae realmente SQL Server 2022?
En este punto, voy a hacer un pequeño repaso de todas las novedades, herramientas, etc. E intentaré no ser demasiado tedioso, pasando de puntillas por todas las novedades sin detenerme en cada funcionalidad en profundidad.
Para ello, iré destacando algunos apartados, como suelo hacer en todos estos análisis, partiendo del rendimiento, la seguridad, la usabilidad, dejando para el final las opciones relativas a su integración con Azure.
Lo primero que podemos destacar en lo que respecta al rendimiento es que esta nueva versión muestra un rendimiento notablemente superior, destacando tanto el rendimiento de OLTP como el rendimiento del Data Warehouse no agrupado según las pruebas realizadas por una entidad independiente y que nosotros podremos constatar tras unas pocas pruebas.
Se activa por defecto el almacén de consultas, se mejora el soporte para las réplicas de lectura de grupos de disponibilidad y se crean nuevos escenarios de procesamiento inteligente de consultas.
En la parte de la seguridad, nos presenta distintos puntos, el primero es una declaración de su estatus actual, ya que, durante los últimos diez años, Microsoft se jacta de ver el sistema gestor de bases de datos con menos vulnerabilidades, seguido de cerca por SAP HANA, y llevando gran ventaja a otros competidores clave del mercado como Oracle, MySQL o IBM. Sobre esto, podemos decir, que hasta ahora ha venido siendo más seguro que el resto, aunque habrá que ver como le afecta el rediseño en esta nueva versión, que por otro lado debería ser de manera positiva.
Para ayudar a garantizar esto, la nueva función de ledger (libro mayor) crea un registro de seguimiento inmutable de las modificaciones de datos a lo largo del tiempo, evitando la manipulación de los datos por parte de atacantes, cosa que a su vez ayuda a auditorias de seguridad.
También sigue en la línea de su versión 2019 en lo que respecta a la gestión de continuidad de negocio a través de múltiples modelos, entre los que el gigante de Redmond sigue apostando, como no podía ser de otra manera, por Azure. Si que podemos hacer una pequeña anotación en este sentido, y es que su modelo de recuperación ante desastres, que cuenta con el failover online, incrementa las sincronizaciones a la nube y con ello pretende que la pérdida de servicio sea imperceptible.
Otro punto de mejora en los entornos con bases de datos distribuidas es que introduce mejoras en las herramientas que tratan de eliminar los conflictos de réplicas punto a punto, evitando que se detenga la operación hasta que se solucionara.
Un hándicap en contra que, sí que me parece complicado de superar en este momento, es que ahora mismo no existe una página de información detallada de esta versión de SQL Server, de hecho, si se repasan las versiones disponibles en la página del producto de SQL, veremos que solo muestra documentación para las versiones 2014 a 2019 (sin entrar en versiones anteriores), pero esto se debe a que la versión 2022 aún no está disponible para el público general, y cabe esperar que se publique toda la información sobre el producto justo cuando se libere.
NOTA: Como curiosidad, si vamos a la documentación de SQL Server, nos muestra como versiones actuales 2016, 2017 y 2019, pero después, podemos ver que en otro listado aparece también 2014, pero son esas pequeñas anomalías que trae la documentación de Microsoft y que por lo demás es casi siempre maravillosa.
Conclusiones:
Aún no está lista la versión final oficial de este servidor de cara al público en general, y acaba de cumplir tan solo cuatro meses en versión de prueba y adopción temprana por lo que es de esperar que hasta pasado abril no tengamos la versión estable y definitiva.
A pesar de confiar en el nuevo sistema de gestión de las pruebas, lanzamientos de productos y tratamiento de problemas que realiza Microsoft desde hace unos años, aun así, siempre recomiendo y seguiré recomendando esperar unos meses antes de ponerla en producción, para dar tiempo a que se detecten problemas, errores, etc. Y se parcheen, de esta manera nos ahorraremos un infierno en caso de tener la mala suerte de encontrarnos con algún bug no solventado.
Sigue manteniendo una forma de gestión que nos permite adaptarnos de manera rápida a su funcionamiento y no tiene por tanto una elevada curva de aprendizaje.
Algunas de las herramientas han sido optimizadas de manera notable y su integración con la nube de Microsoft es más que destacable en esta versión, dándonos además una serie de ventajas relacionadas con la seguridad y con la continuidad de negocio realmente interesantes.
Espero que este artículo os haya resultado clarificador, y en la medida de lo posible, entretenido.